Sobre re-educación humana
Publicado: Jue Sep 14, 2017 1:31 pm
¡Hola! Aprovecho para presentarme. Somos Gracia y Grok (año y medio). Él ya ha sido presentado en este foro y va a ser alumno del curso de adiestramiento base este año junto a nuestro otro compañero.
El tema que voy a sacar aquí no es exactamente sobre educación canina, sino más bien sobre educación para humanos con perros. Me intento explicar:
Durante 15 años tuve una compañera perruna (Namú) cruce de airedale terrier con "vete tú a saber qué". Una tipa grande, bella y peluda, con mucho carácter (eso no es malo) pero con muy malas pulgas con hembras. Con esta perra tuve que hacer mucho curro, todo instintivo, con cariño, pero a veces equivocado. Al principio ese mal genio y desconfianza era hacia el mundo en general -por sus circunstancias anteriores- pero conseguimos poco a poco ir normalizando todo. Pero un día se metió en una pelea muy seria con otra hembra sola, (sin persona a su cargo), de la que salió muy mal parada en todos los sentidos. Ahí empezó otra travesía de curro, ejercicio y aire libre para normalizar su relación con los perros, sin éxito del todo. Machos bien, hembras mal. Hasta casi ya ser una abuela me ha metido (y se ha metido) en grandes líos. Viéndolo con perspectiva y sabiendo algo más del tema, con toda la buena intención, hice muchas cosas mal.
Después llegó Grok. Después de dos abandonos y en muy malas condiciones. Bueno, pues Grok a día de hoy es un tipo estupendo. Disfruta de monte, playa y viajar y es de lo más sociable con los perros. Y esto último es gracias a nuestro otro compañero. Aquí viene el problema, y es sólo mío. Debe ser que por mi experiencia anterior durante años, ahora tengo una incapacidad total a hacer frente al conflicto entre perros. Me pongo muy nerviosa. Él no tiene ningún problema y, es más, las dos o tres veces que le han "enganchado", no le han creado trauma ninguno. Pero a mi sí. Me llevo a Grok a hacer rutas por el monte y demás actividades, pero soy incapaz de ir al parque y verle jugar con más de un perro a la vez. De eso se encarga mi compañero.
Los dos últimos "enganchones" que sufrió Grok fueron conmigo. Misma situación: en el monte, con un perro que estaba solo (probablemente de una finca de la zona) que se acerca, a priori, a saludar. No pasó nada por suerte, pero analizándolo, lo hice todo mal y podría haberle puesto en peligro a él. Él sigue sin traumas mientras los míos crecen.
Si tenéis alguna recomendación, consejo o alguna técnica para que yo sepa actuar ante estas situaciones y deje de aumentar mi yuyu al ver a mi perro jugar con más de un perro os lo agradeceré enormemente.
El tema que voy a sacar aquí no es exactamente sobre educación canina, sino más bien sobre educación para humanos con perros. Me intento explicar:
Durante 15 años tuve una compañera perruna (Namú) cruce de airedale terrier con "vete tú a saber qué". Una tipa grande, bella y peluda, con mucho carácter (eso no es malo) pero con muy malas pulgas con hembras. Con esta perra tuve que hacer mucho curro, todo instintivo, con cariño, pero a veces equivocado. Al principio ese mal genio y desconfianza era hacia el mundo en general -por sus circunstancias anteriores- pero conseguimos poco a poco ir normalizando todo. Pero un día se metió en una pelea muy seria con otra hembra sola, (sin persona a su cargo), de la que salió muy mal parada en todos los sentidos. Ahí empezó otra travesía de curro, ejercicio y aire libre para normalizar su relación con los perros, sin éxito del todo. Machos bien, hembras mal. Hasta casi ya ser una abuela me ha metido (y se ha metido) en grandes líos. Viéndolo con perspectiva y sabiendo algo más del tema, con toda la buena intención, hice muchas cosas mal.
Después llegó Grok. Después de dos abandonos y en muy malas condiciones. Bueno, pues Grok a día de hoy es un tipo estupendo. Disfruta de monte, playa y viajar y es de lo más sociable con los perros. Y esto último es gracias a nuestro otro compañero. Aquí viene el problema, y es sólo mío. Debe ser que por mi experiencia anterior durante años, ahora tengo una incapacidad total a hacer frente al conflicto entre perros. Me pongo muy nerviosa. Él no tiene ningún problema y, es más, las dos o tres veces que le han "enganchado", no le han creado trauma ninguno. Pero a mi sí. Me llevo a Grok a hacer rutas por el monte y demás actividades, pero soy incapaz de ir al parque y verle jugar con más de un perro a la vez. De eso se encarga mi compañero.
Los dos últimos "enganchones" que sufrió Grok fueron conmigo. Misma situación: en el monte, con un perro que estaba solo (probablemente de una finca de la zona) que se acerca, a priori, a saludar. No pasó nada por suerte, pero analizándolo, lo hice todo mal y podría haberle puesto en peligro a él. Él sigue sin traumas mientras los míos crecen.
Si tenéis alguna recomendación, consejo o alguna técnica para que yo sepa actuar ante estas situaciones y deje de aumentar mi yuyu al ver a mi perro jugar con más de un perro os lo agradeceré enormemente.